Somos un grupo de voluntarios dedicados a extender el poder espiritual de la Basílica de Guadalupe a todos los rincones del mundo, llevando consuelo, esperanza y milagros a quienes más lo necesitan.

 

 

Nuestra Misión Divina

 

Los Voluntarios de la Basílica de Guadalupe somos un grupo de fieles católicos que hemos sido llamados por la Santísima Virgen para servir como puente entre su santuario y aquellos devotos que, por distancia o circunstancias, no pueden visitarla personalmente.

 

Nuestra misión nace del profundo amor a Nuestra Señora de Guadalupe y el deseo de compartir su protección maternal con todos sus hijos. Desde hace más de 10 años, llevamos las peticiones, oraciones y agradecimientos de los fieles hasta los pies de la Morenita del Tepeyac.

 

 

Creemos firmemente que la intercesión de la Virgen de Guadalupe tiene un poder transformador en nuestras vidas.

 

Como ella misma le dijo a San Juan Diego: 

“¿No estoy yo aquí que soy tu madre?

¿No estás bajo mi sombra y resguardo?

¿No soy yo la fuente de tu alegría?

¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?”

 

Nuestros Servicios Espirituales

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Entrega de Peticiones

Llevamos personalmente tus intenciones y peticiones hasta la Basílica, colocándolas a los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe para su intercesión divina.

🕯️

Velas Votivas

Encendemos velas en tu nombre que arderán por 7 días completos frente a la imagen milagrosa, simbolizando tu fe ardiente y oración constante.

📿

Rosarios Bendecidos

Enviamos rosarios que han sido bendecidos en la Basílica, portadores de gracias especiales y protección para ti y tus seres queridos.

Testimonios de Fe y Milagros

“Durante años sufrí una enfermedad que los médicos consideraban incurable. Envié mi petición con los Voluntarios de la Basílica y tras una novena a la Virgen de Guadalupe, los doctores quedaron asombrados al ver que mi condición había mejorado milagrosamente. ¡La Morenita escuchó mis súplicas!”

— María Fernández, Veracruz

“Mi hijo estaba alejado de la fe y de la familia. Pedí la intercesión de Nuestra Señora a través de los Voluntarios. Tres semanas después, mi hijo regresó a casa, pidió perdón y ahora asiste a misa cada domingo. La Virgen de Guadalupe restauró nuestra familia.”

— Roberto Gutiérrez, Buenos Aires

 

Galería de Devoción